lunes, 19 de febrero de 2007

Maldita necesidad de dinero

“Tienes la entrevista el lunes a las 9.30. Entra por la puerta de personal que el centro comercial no abre hasta las 10”. Era lo único que recordaba de esa llamada. Y ahí estaba yo. A las 9.25 caminando alrededor del edificio en busca de la entrada mágica. Eureka. Entro y desciendo a las profundidades. En el segundo sótano encuentro las oficinas de personal.
- Hola, ¿en que puedo ayudarte?

- Eehm..Tengo una entrevista de trabajo.
- Ah, muy bien. ¿Con quién?
Mierda. Me quedo callada. Dudo. ¡Di algo!
- Con...el jefe de Recursos Humanos.
- Eeh...mm..de acuerdo.
Coge dos hojas de una mesa cercana y me los muestra.
- Podéis ir rellenando este formulario.
Habla en plural. Miro detrás de mi y veo una chica sentada al fondo. Cojo la hoja y un boli y empiezo a rellenar. A ver..nombre, dirección, ¿nombre de los padres?... vaya, que información más útil... estado civil, soltera, ¿fecha de boda? jajaja, mejor me lo tomo a broma ... experiencias laborales, estudios, blablabla..
Acabo pronto y observo a la chica que tengo al lado. Es mayor, debe de tener los 30. ¿Para que va a querer este trabajo de promotora de fin de semana si pagan una mierda? Si un poco más y no vengo ni yo... En fin... Me entretengo con la oficina. Que desolación dios mío, blanca, impersonal, fría y miserable. Sin ventanas y con cuadros feos de cojones. Espero no acabar trabajando en un sitio como éste cuando acabe la carrera. Pero no pongo la mano en el fuego. Que triste, igual no estoy tan mal en la universidad al fin y al cabo.
Bueno, me llaman por fin. Entrevista con una mujer que me dice que se llama Marlen. A buenas horas mangas verdes. Nada que destacar. Ya me llamarán. Salgo de allí. Estoy contenta, me da el sol en la cara. Por fin. Me pongo de nuevo el piercing en la nariz.
Ale, otra jornada de universitaria.

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