viernes, 2 de noviembre de 2007

Cada uno en su casa y dios en el cementerio

Ayer fue 1 de Noviembre, día que se caracteriza por llenar los cementerios y hacer de oro a las floristerias. Personalmente odio este día, creo que es una de esas viejas costumbres que ya debería haber desaparecido. No sé que ocurrirá en las ciudades pero donde yo vivo, que es un pueblo pequeño, ese día se intercambian los papeles, el cementerio es donde está todo el pueblo y el resto de pueblo parece haberse convertido en un cementerio. Aun recuerdo cuando era pequeña (bueno, no tanto) que mis padres me obligaban a acompañarles a dar la vuelta de rigor por las tumbas conocidas. Y claro, cada dos pasos se encontraban a algún amigo y se pasaban horas charlando y lo que menos hacían era visitar a los muertos.
Y es que tener a algún familiar enterrado solo da que dolores de cabeza. Esta semana mis padres han estado organizándose para tenerlo todo listo."¿cómo has quedado con tu hermana para ir a limpiar la lápida?","¿quién se quedó el jarrón que usamos el año pasado para poner las flores?","¿al final vas a pasar tu por la floristería?". Todo un ritual.¿Os creeis que a mi abuela le va a gustar tener flores el 1 de Noviembre? ¿Os creeis que no le va a molestar haber tenido la lápida sucia todo el año?

Pues no.

Y es que esto es un bucle infinito! Si mis padres tienen familia enterrada yo voy a tener a más y mis hijos van a tener a más aún. ¿Dónde se acaba esto? Yo lo sé. En mi. Yo ya les he dicho a mis padres que no van a ir al cementerio por mucho que les pese. Yo los voy a plantar. Me parece una idea genial, ¿qué mejor que un árbol para recordar a un ser querido? Es algo que crece, mucho más bonito y que está vivo.
Mucho mejor...donde va a parar!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya sabes que yo me apunto a eso del arbol!!!

Donde va a parar colega :P